En este apartado, me gustaría comentar un libro,
el cual me ha parecido muy interesante, y del que tanto los docentes actuales
como los futuros, pueden obtener muchas ideas sobre cómo aumentar la motivación
del alumnado, permitir que este partícipe, y cómo el profesorado debe estar
formándose continuamente.
La
innovación es un aspecto fundamental dentro del ámbito educativo, pero para
llevar a cabo una buena innovación educativa, debemos primero conocer qué es la
innovación. Como bien la define Carbonell (2002:11) “es el conjunto de ideas,
procesos y estrategias más o menos sistematizadas mediante las cuales se trata
de introducir y provocar cambios en las prácticas educativas vigentes”
Definición
que recoge de forma clara que para poner en práctica la innovación, debemos de producir
cambios en las estrategias y técnicas que tenemos actualmente.
La
innovación, no es algo puntual, o en la que sólo nos centramos durante un
tiempo determinado, sino todo lo contrario, la innovación es un proceso
continuo, y para ello el profesorado debe de estar asesorándose, formándose,
investigando y reflexionando constantemente.
La
innovación, como he dicho anteriormente, se basa en realizar cambios en nuestro
sistema educativo actual, cambios en la escuela. Hay que construir una escuela
en la que se fomente la autonomía del niño, y que este sea capaz de
desenvolverse por si mismo mediante la reflexión y la exploración.
Una
escuela más creativa, más cercana a la realidad, en la que los alumnos aprendan
a convivir, conocer y actuar. Y es por ello, “que la función básica del
profesorado es la de estimular la formación del pensamiento crítico mediante la
construcción autónoma de su identidad o a la hora de pensar, sentir y actuar”(Carbonell, 2002:13).
Afirmación,
con la que estoy totalmente de acuerdo, al niño hay que dejarle libertad para
que explore y descubra, ya que esta será la única forma de conseguir un buen
desarrollo en todos los niveles. En la experiencia que he tenido en mis prácticas, si se ha utilzado el principio de libertad, ya que se permitía siempre que el alumnado diera su opinión sobre los temas que estabamos tratando, y que fuera este el que va construyendo su conocimiento a través de los descubrimientos que va haciendo.
Por
otro lado, uno de los aspectos básicos de la innovación es la globalización y
el trabajo interdisciplinar. Los conocimientos se deben de transmitir de forma
conjunta y no aislada, y hay que trabajar temas que estén dentro de los
intereses de los niños, además de conocimientos que estén relacionados con el
entorno, ya que son los que están presentes en su vida cotidiana. En
definitiva, “la enseñanza y el aprendizaje de contenidos culturalmente
relevantes y socialmente útiles y psicológicamente adaptados a los intereses y
necesidades del alumnado” (Carbonell, 2002:21).
Y
es por ello, que deberíamos de dejar un poco de lado las fichas, los libros de
textos, estrategias de memorización, etc.
Actualmente,
en la mayoría de las aulas se lleva a cabo una metodología basada únicamente en
fichas y en libros, algo que en mi opinión no produce un aprendizaje
significativo, y mucho menos en la etapa de Educación Infantil, que es con la
que tengo una experiencia directa.
Durante
mis prácticas estoy observando cómo se pueden realizar un gran número de
actividades más lúdicas y dinámicas previas a las fichas, y utilizar las fichas
única y exclusivamente como un complemento, además de poner en práctica una metodología totalmente globalizadora, que es la que utiliza el maestro del aula en la que he estado.
Además
realizamos actividades relacionadas y conectadas con los intereses de los
alumnos/as y con su realidad cotidiana, y esto hace que estén mucho más
motivados.
La
motivación, es un componente esencial en el aprendizaje, y actualmente,“la mayoría de las tareas
escolares se desarrollan en un contexto artificial, ambiguo, vacío y aburrido” (Jackson, 1991 según citado en Carbonell, 2002:30)
Es
importante fomentar la motivación del alumnado, ya que de esta forma
obtendremos más éxito y mejores resultados en el proceso de
enseñanza-aprendizaje. Para ello, debemos de partir de las ideas previas del
alumnado, permitir la participación de este, la negociación, en definitiva
hacer al alumnado partícipe, ya que “enseñar es fomentar el desarrollo
intelectual autónomo y crítico del alumnado a través de su participación e
implicación activa en diferentes proyectos y experiencias compartidas” (Ramos,
2002:37).
Participación en el aula
Cuando
hablamos de que hay que dejar a los alumnos que participen, esto no quiere
decir que únicamente se va a realizar lo que ellos quieran, sino que vamos a
atender a sus intereses, a darles funciones, hacerles partícipes en la asamblea,
para que vayan adquiriendo el sentido de la responsabilidad.
Participación en la asamblea
Como
por ejemplo, puedo comprobar mediante mi experiencia en el aula, que es bueno
darles tareas a los alumnos en el aula de infantil, como hacemos en mi aula, de
tal forma que cada día uno reparta los libros, otro los colores, que tengan que
recoger sus materiales, los juguetes, etc. Todo eso es de gran ayuda para ir
formando a personas autónomas, responsables y cooperativas, como establece
Ramos (2002), en su libro, no sólo hay que transmitir conocimientos a nivel
intelectual, sino que también hay que crear a buenas personas con valores.
De
esta forma, el docente será un guía y un compañero en el aprendizaje del
alumnado, además de un mediador y un investigador, que ofrecerá a los niños/as
estrategias para resolver sus dudas y problemas, pero dejando que ellos vayan explorando y
también investigando. Todo esto se resume en “dotar al alumnado de la capacidad
de búsqueda y experimentación reflexiva a partir de lo que ve, percibe y vive
(Ramos, 2002:35).
Además
las escuelas y en relación con lo que he dicho anteriormente, deben de dar al
alumnado espacios y tiempos para que expresen sus ideales, lo que sienten, etc.
Por lo tanto, la escuela debe ser “un contexto caracterizado por ser un
escenario sociocultural o comunidad de práctica donde se proporcionan a los
alumnos un espacio de simulación y reflexión que permita reconstruir el
conocimiento cotidiano, el profesional y el científico” (Rodrigo, 1997 según citado en Ramos, 2002:42).
Otro
aspecto muy importante y que influye de manera directa en la innovación, es permitir
la colaboración y participación de las familias, ya que éstas no conocen los
nuevos cambios que se están produciendo en la escuela, solo conocen la escuela
a la que ellos han ido. Por lo que hay que hacer partícipe a los padres y
madres, mantenerles informados, explicarles, ya que de este modo, aumentará su
confianza hacia los cambios, y esto permitirá que obtengamos mejores
resultados.
En
mi opinión, la relación familia-escuela es de gran importancia, porque nuestra
meta principal es la educación de los niños/as y esta sólo la podremos alcanzar
manteniendo una relación cooperativa entre la familia y la escuela.
En referencia a la relación familia-escuela, he observado durante mis prácticas, como si hacen partícipes a las familias, ya que realizan reuniones para informarlas sobre las nuevas tecnologías que se incorporan al aula, como son por ejemplo las pizarras digitales, se les explica cual será su uso, y los beneficios que pueden obtener el alumando. Además, también se les informa continuamente sobre los contenidos que se están trabajando, y los objetivos que se quieren conseguir.
En referencia a la relación familia-escuela, he observado durante mis prácticas, como si hacen partícipes a las familias, ya que realizan reuniones para informarlas sobre las nuevas tecnologías que se incorporan al aula, como son por ejemplo las pizarras digitales, se les explica cual será su uso, y los beneficios que pueden obtener el alumando. Además, también se les informa continuamente sobre los contenidos que se están trabajando, y los objetivos que se quieren conseguir.
En
conclusión la escuela es un espacio en el que influyen muchos factores, como la
motivación, la innovación, la familia, la investigación, etc. Y todos ellos se
deben de tener en cuenta para conseguir una buena formación dl alumnado, y de
esta forma conseguiremos producir un verdadero aprendizaje significativo. En
definitiva, como bien dice Ramos (2002:43) “es un espacio que promueve el aprender
a hacer cosas, explorar, buscar, indagar, seleccionar, colaborar, experimentar,
sospechar, maravillarse, cuestionar, debatir, equivocarse, confrontar,
organizar, construir, socializar, proponer, participar, negociar, dudar…sin
miedo al fracaso”
Referencias de libros:
- Carbonell, J. (2002). El profesorado y la innovación educativa, En Cañal de León, P. (Editor) La innovación educativa. Madrid: Akal. pp. 11-26
- Ramos, J. (2002). Motivación, entorno e investigación. En Cañal de león, P. (Editor) La innovación educativa. Madrid: Akal. pp. 27-47.
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